La dramática lesión de Enrique

Iban 23’ del 2° tiempo, Bien Igual igualaba sin goles frente a un Sportivo que se nos venía buscando el triunfo.
En una jugada como tantas cerca del lateral el gran Enrique se cansó del toqueteo de los pibes rivales y quiso ir abajo a robar una pelota con tan mala suerte que el pie izquierdo le quedó trabado.

El “CRAK” que se escuchó en ese momento hizo pensar lo peor a todos los que nos encontrábamos en las inmediaciones de la cancha 1.
A partir de ahí comenzaron a verse escenas dramáticas; Enrique en el piso gritando de dolor, muchísimos se acercaba sin saber bien qué hacer, algunos llamaban a una ambulancia que no llegaba nunca, otros a la familia del lesionado para darles la noticia, curiosos que se arrimaban a ver de cerca la escena, los muchachos de Sportivo y la subcomisión que pensaban en como seguía el partido. Todo era un caos, con gente que iba y venía ídem peatonal un sábado de verano a la tardecita.

Uno de los primeros en llegar fue la señora del accidentado con evidentes signos de preocupación. Le dio unos retos y comenzó a llamar ella también al servicio médico.
Cuando por fin llegó la ambulancia 45 minutos después del incidente todo estaba más calmo. Enrique seguía tirado en el mismo lugar en que se había tirado a barrer pero ya no sentía ese dolor insoportable del comienzo, “cuando me tiré y sentí el ruido me di cuenta que algo me había roto. En ese momento se me pasaron muchas cosas por la cabeza, mi familia, las complicaciones que se me venían en el laburo, pero lo que más me preocupaba era no poder estar con BIFC en estos momentos tan difíciles” diría luego el N°20.

Ya más tranquilo en su casa Enrique nos decía que “al final se confirmó que me quebré el peroné. Ya me hice los pre quirúrgicos y hoy si llega el tornillo me opero con el Dr. Brezzi. El médico me dijo que con una buena rehabilitación en 3 estoy de vuelta en una cancha, pero la verdad no sé qué voy a hacer. Para volver tendría que ponerme bien físicamente para que puedan ver la mejor versión de Enrique. Así estoy dando ventajas. En estos días de reposo voy a decidir qué será de mi futuro futbolístico” decía pensativo.

La charla se cortó abruptamente cuando su señora entró con un plato de fideos con estofado “por fin che, ya no daba más del hambre” le decía el N°20 mientras se acomodaba para poder comer.

Así está Enrique hoy, a punto de operarse y comenzar la cuenta regresiva para que todo vuelva a la normalidad. “Fuerza para el último partido, no bajen los brazos que todavía hay chances” alcanzó a decirnos antes de que nos vayamos y mientras mojaba un pancito en el tuco. “Negra, alcanzame una cerveza, o querés que me atragante con los fideos” fue lo último que le escuchamos decir mientras nos íbamos.

Enrique, gracias dar todo lo que tenías por BIFC. Fuerza!, ya nos encontraremos el año que viene dentro de una cancha.